Con la bajada de temperaturas, todos pensamos lo mismo: una manta y una taza de té caliente. ¡Pero cuidado! Además de ropa de abrigo y calentadores, ¡no podemos olvidarnos de nuestra piel!
El frío, el viento y la humedad contribuyen a la deshidratación de la piel, haciéndola más susceptible a la sequedad extrema, el enrojecimiento, los sabañones y la irritación. ¿Qué precauciones debemos tomar para mantener una piel sana durante estos meses? ¡Tua Farmácia lo explica!
1. Cuidado corporal
La piel del cuerpo a menudo es olvidada, y aunque no está sometida a las mismas agresiones externas diarias que la piel del rostro o las manos, es igualmente importante cuidarla.
El primer paso para hidratarse comienza con la ducha. No debemos ducharnos durante largos periodos con agua muy caliente, ya que podemos dañar la barrera cutánea y aumentar la deshidratación.
Los productos con texturas nutritivas, como cremas, bálsamos o aceites de baño, son ideales para hidratar la piel a la vez que la limpian suavemente sin ser agresivas.
2. Hidratación facial
Una rutina de cuidado facial diaria debe mantenerse durante todo el año, pero durante los meses más fríos la piel está más expuesta al frío y al viento y tiende a deshidratarse, pudiendo aparecer enrojecimiento, tirantez y molestias.
La deshidratación afecta a todo tipo de piel, ya sea seca, mixta o grasa, por eso es importante elegir productos adaptados a tu tipo de piel.
3. Crema de manos
Debemos hidratarnos las manos con frecuencia a lo largo del día y después de cada lavado. Son preferibles las fórmulas nutritivas que reparan la barrera cutánea.
¡Mantente bien hidratado y cuida tu piel este invierno!
