En verano, los cambios de rutina, el calor y la exposición al sol pueden afectar la resistencia del cuerpo. Además, las vacaciones, los cambios de huso horario y el ejercicio al aire libre pueden requerir un refuerzo adicional para el sistema de defensa natural del cuerpo. Nutrientes como las vitaminas C y D, y el zinc, ayudan a mantener un sistema inmunitario fuerte y reducen la probabilidad de infecciones comunes como resfriados y problemas gastrointestinales. Saber qué suplementos son los adecuados puede marcar la diferencia para afrontar la temporada con más energía y salud.
La importancia de fortalecer la inmunidad en verano.
Durante el verano, la exposición a altas temperaturas y las actividades al aire libre aumentan el riesgo de estrés oxidativo y deshidratación, factores que pueden comprometer la función inmunitaria. Un sistema inmunitario fortalecido ayuda a prevenir infecciones y asegura una recuperación más rápida tras el esfuerzo físico.
Cómo elegir suplementos de calidad
Elija suplementos de marcas certificadas con un control de calidad transparente y de procedencia. Compruebe los sellos de los organismos reguladores y los ingredientes con dosis adecuadas a las recomendaciones científicas. Busque fórmulas sin aditivos innecesarios y, siempre que sea posible, prefiera las formas biodisponibles de nutrientes para optimizar su absorción y eficacia.
Lista de suplementos esenciales
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Vitamina C : un antioxidante esencial que protege las células inmunitarias del estrés oxidativo. La dosis diaria recomendada (RDA) oscila entre 75 mg y 120 mg para adultos, llegando a 200 mg en periodos de mayor demanda, sin exceder los 2 g/día para evitar molestias gástricas. Formas como el ácido ascórbico o el ascorbato de calcio garantizan una mejor tolerancia y absorción.
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Vitamina D : esencial para la activación de los linfocitos T y la producción de péptidos antimicrobianos. La dosis recomendada para adultos es de entre 600 y 800 UI (15 a 20 µg) al día, pudiendo aumentarse a 1000 UI (25 µg) en casos de deficiencia o baja exposición solar. Superar las 4000 UI al día puede causar toxicidad. Se recomienda el colecalciferol (D3) por su mayor eficacia.
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Zinc : un mineral esencial para la síntesis de proteínas inmunitarias y la cicatrización de heridas. La ingesta diaria recomendada es de 8 mg para mujeres y 11 mg para hombres, con una tolerancia de hasta 40 mg/día. Durante una infección, esta dosis puede aumentarse temporalmente a 20 mg/día, sin sobrepasar el umbral para evitar interferencias con el cobre y la función neurológica.
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Omega-3 : El EPA y el DHA presentes en el aceite de pescado reducen la inflamación y favorecen la función de los glóbulos blancos. Estudios indican que una dosis diaria de 250 a 500 mg de EPA y DHA combinados es suficiente para obtener efectos antiinflamatorios y de regulación inmunitaria. Elija suplementos con niveles bajos de peróxido comprobados y certificados por entidades independientes.
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Probióticos : Las cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium fortalecen la barrera intestinal , aumentan la producción de inmunoglobulina A (IgA) y modulan las citocinas inflamatorias. Se ha demostrado que dosis de entre 1000 y 1000 millones de UFC al día reducen las infecciones respiratorias y gastrointestinales.